¿Por qué limitarse a un solo aspecto del tratamiento?
No se trata de un castigo o una condena. El cáncer es una etapa más de la vida, y como tal hay que aceptarlo, asumirlo y empezar a actuar para poder disfrutar de todo lo demás. Mantener una actitud positiva es un punto de partida en la lucha del paciente con su enfermedad. Ayudar a conseguirlo y mantener esta actitud es muy beneficioso para todos los pacientes.
Como profesionales sanitarios, tenemos que saber tratar la Actitud de los pacientes como una parte más del tratamiento. Hay que dejar hablar y escuchar antes mucho para poder orientar después. Cada paciente es único y cada vivencia es diferente. Los profesionales tenemos el privilegio de contar con su tiempo, la atención y la confianza que nos muestran. Dedicar nuestros esfuerzos también en esta línea de acción nos ayudará no sólo a conseguir tratamientos más efectivos, sino, además, a mejorar su calidad de vida.