Cuando en el año 2007 conocí a Nischala Joy Devi en el Ashram de Sivananda en Bahamas y la escuché hablar de la utilización del Yoga en el programa de cáncer de Michael Lerner en su Centro de Retiros Commonweal en Bolinas California, comencé a leer sobre los beneficios del Yoga para las personas que pasan por la experiencia del cáncer. Desde entonces consideré el Yoga como una herramienta poderosa para acompañar a la medicación y la cirugía.
Nuestros sistema de creencias afecta a nuestras células contribuyendo a la expresión de diferentes potenciales genéticos porque el cuerpo y la mente están conectados y su interacción ejerce una impactante influencia sobre la salud y la vida de todos nosotros.
Si las emociones y creencias controlan nuestro comportamiento y nuestra actividad genética, conviene tomar consciencia de esos procesos mentales para silenciarlos y permitirnos lo nuevo y cambiar la química de nuestro cuerpo.
Para mí el yoga es una herramienta de consciencia que te permite observar patrones mentales que nos hacen perder energía: preocupación constante, sentirse víctima, la tendencia al pesimismo …etc, y desarrollar nuevos hábitos mentales para redirijir esa energía hacia el proceso de recuperación
Entrenarse en la consciencia para ir más allá de las ideas preconcebidas y de las distorsiones emocionales abre la puerta a la esperanza y la esperanza es siempre real y conveniente, y hay que combinarla con la la fe y con vivir cada instante estando en el presente, no en el futuro y no en el pasado, sino en el presente, porque el presente es muy poderoso, porque no hay miedos ni límites, porque todo es absolutamente nuevo. El Yoga te entrena para respirar alinearte con el presente, y es en el presente donde la vida ocurre, es en el presente donde el cuerpo se cura, porque el cuerpo está donde está la mente. Sólo en el presente donde tenemos el poder, ya que si nos quedamos en la mente, vivimos en la experiencia pasada, en el miedo, en el fracaso, si vivimos en el futuro, vivimos en la preocupación y en la ansiedad. Es en el presente donde puedes TOMAR LA DECISIÓN DE VIVIR.
Cuando te dicen que tienes una enfermedad como el cáncer, tu mente va al futuro, a lo que puede pasar. Tu mente tiene que estar aquí y ahora, si quieres curarte, porque necesitas poner los 12 jugadores en el campo de juego para luchar contra la enfermedad.
Físicamente el Yoga aporta equilibrio hormonal, tonificación muscular, ayuda a mantenerse en forma, oxigena y desintoxica el cuerpo (los músculos han sido bombardeados por los medicamentos) y mejora la movilidad de las zonas cicatrizadas, y si además abrazas el silencio que te permite la práctica del Yoga, puedes conseguir milagros. Después de varias semanas, el cambio físico es sensible, ya que la movilidad articular mejora y también el ánimo y la vitalidad. Se duerme mejor y hay menos miedo.
La variedad de beneficios que derivan de las acciones equilibrantes que proporcionan los movimientos y posturas del yoga es profunda y por eso el yoga ha existido durante años. El Doctor Herbert Benson le llama : “la medicina que perdura” .
Lourdes Vidal, 500 hr Yoga Medicine Teacher, Fundadora de Oyoga Sevilla y de la Hora Blanca, programa de Yoga y Meditación gratuito para la gente que pasa por la experiencia del cáncer.