2 de cada 3 cánceres se generan por causas evitables, siendo el agente causal de más del 50% el tabaco cuyo efecto se potencia con el alcohol.
Por su parte, una mala alimentación se asocia directamente con 1 de cada 3 neoplasias, fundamentalmente con tumores de: estómago (conservas, alimentos envasados o en salazón); colon (dietas hipercaloricas, pobres en fibra y ricas azúcares refinados y grasas saturadas y el estreñimiento); páncreas (obesidad y diabetes); riñón (obesidad) y con cánceres hormonodependientes como el de mama y útero en mujeres y el de próstata en hombres.
La Dieta Mediterránea, propia de los países del sur de Europa, entre los que se incluye España, ha demostrado un efecto protector frente al cáncer por 5 características principales:
- Platos elaborados con productos frescos de la tierra.
- Bajo consumo de grasas de origen animal (manteca) y de carne o embutidos.
- Elevado consumo, mínimo 3 veces a la semana, de pescado azul rico en grasas insaturadas y en omega 3, cocinado al horno aliñado con zumo de limón y sin añadir aceite.
- Alto consumo, 3 cucharadas al día, de aceite de oliva crudo.
- 5 raciones al día de frutas y vegetales frescos, pan integral y cereales.
Un estilo de vida saludable asocia una adecuada alimentación, la ingesta de 2 litros de agua al día, el ejercicio físico, evitar la obesidad y una actitud positiva, alegre, de lucha compartiendo los temores y apoyándose en familia y amigos en los momentos difíciles.

Dra Paula Jiménez Fonseca
Oncología Médica. Hospital Central Asturias
Tumores Digestivos y Endocrinos